Elegir un par de anteojos no es una tarea sencilla. Seguramente alguna vez nos pasó que nos compramos esos lentes que en la óptica nos quedaban fantásticos pero cuando llegamos a casa y nos miramos al espejo, nos dimos cuenta de que no iban con nuestra personalidad, o que no era la mejor opción para nuestro rostro. Además, ¿cuántos modelos miramos y cuántos nos probamos?
La cara de cada uno, el estilo y el tamaño de los lentes, los colores y el grosor del armazón son algunas de las cosas que hay que considerar cada vez que vamos a adquirir un par de anteojos.
Rostro rectangular: como existe un amplio espacio entre la frente y la mandíbula, conviene elegir marcos cuadrados que cubran el alto del rostro y de colores profundos, porque minimizan la atención sobre la forma facial.
Rostro cuadrado: son aconsejables lentes redondeados u ovalados y marcos que suavicen la forma. Ojo, ¡redondeados, pero no redondos!
Rostro ovalado: los afortunados que tengan esta forma de cara pueden experimentar con diferentes estilos. Sin embargo, el tamaño del anteojo debe ser proporcional con respecto al del rostro.
Rostro redondo: los anteojos que mejor van son los que tienen curvas naturales que encierran al ojo con mayor exactitud y que tienden a formar más un cuadrado que un círculo. Hay que evitar los que son totalmente rectos o en punta. La mejor opción son armazones con espesores gruesos y de tamaño amplios.
Rostro tipo «diamante»: pómulos pronunciados, frente y mentón estrechos. En este caso los lentes que van a favorecen los armazones ovalados porque suavizan el contorno del rosto.
Cuestión de actitud
A la hora de elegir un par de anteojos tenemos que considerar que su estilo vaya con nuestra personalidad.
Los colores
Al momento de asesorar a alguien hay que considerar que algunos colores iluminan más la cara, como los tonos pasteles o nude, porque tienen que ver con los tonos de la piel y son mucho más favorables que los anteojos de contornos oscuros.
Los anteojos tienen que integrarse a la persona, hacerle la vida más fácil. Lo apasionante de esto es proponer soluciones para ver mejor y también para verse mejor.
¿Qué formato de rostro tenés? ¿Cómo elegiste tus anteojos? ¿Cuánto pesa tu personalidad al momento de esta elección?