Los anteojos ese accesorio fetiche que tanto nos gusta llevar y que resulta un complemento imprescindible para definir estilos, demostrar personalidad, presencia y cambiar completamente un look no queda fuera de las tendencias de la moda este otoño invierno 2019. Aquí te las contamos:

#1
Texturas salvajes y animal print. El print un clásico que se llena de color. Fucsia, verde, amarillo, rojo y naranja invaden las prendas más savage con estampas de pitón, tigre, cebra y cocodrilo… Abrigos oversize y extralargos, pantalones, faldas, súeteres y todo tipo de accesorios se tiñen de colores fuertes con manchas. Va el conjunto completo, pantalón y saco, y también va el detalle, un look total black con cartera de pitón roja o con botinetas de croco verdes.

#2
Texturas fluorescentes. Telas sintéticas y géneros nobles, todo se ve invadido por una paleta que parece destellar. Desde la suavidad de un paño hasta la elasticidad del neoprene adquieren tintes flúo. El fucsia, amarillo, verde, turquesa y naranja son las estrellas.
Neón. Prendas sueltas y ajustadas. Cortas y largas. No importa la silueta, lo que importa es brillar. ¿Las combinaciones? Fucsia y naranja o verde y turquesa para las que no quieren pasar desapercibidas y los detalles eclécticos como una maxicartera o un par de zapatillas para estar canchera día y noche. Las medias neón se transforman en parte del outfit y levantan cualquier conjunto monocromo.

#3
Texturas metalizadas. Vinilo, ecocuero, flecos y lentejuelas de todo tamaño y formato encandilan las calles de la city con texturas engomadas y rugosas a todo brillo.
Plateado. Este invierno termina de demostrarnos que los brillos no son cosa nocturna. Vestidos de lentejuelas con botas cowboy, palazzos de seda con puffers plateadas y faldas largas con soquetes y zapatillas deportivas. Nada más permitido en esta tendencia que mezclar estilos y eliminar la distancia entre outfits de día y de noche.

#4
Texturas geométricas. Cachemira, lana, paño, seda, algodón y telas plásticas e impermeables a cuadros. Más grandes, más chicos, con variedad de colores y convivencia de distintas tipologías en un mismo género. Las telas típicas escocesas trascienden las bufandas y kilts y estampan prendas y accesorios.
Inspiración escocesa. La propuesta es un total look tartán, en el que pantalones van con chaquetas del mismo cuadrillé o de uno totalmente diferente. Suéteres, faldas, abrigos largos y chaquetas cortas, carteras, zapatos y sombreros… El denominado plaid style dice presente en todo.

Fuente: La Nación / Ohlalá